MI 1º ENTRADA: SEMBRANDO IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN

Tras un mes de lecturas, estudio y realización de tareas relacionadas con la igualdad de trato y no discriminación en varias formaciones, hoy, aprovechando la actividad del Diario de Aprendizaje del INAP del Curso Agenda 2030, ha llegado el día de pasar a la acción y preguntarme ¿Qué puedo hacer yo para impulsar la igualdad de trato y no discriminación?

Lo primero de todo es analizar la conclusión personal y propia a la que he llegado tras leer diverso material sobre la igualdad de trato y la no discriminación, recogidos estos aspectos en varios de los ODS de la Agenda 2030, más concretamente el ODS5 y el ODS10.

Mi conclusión es que las políticas en igualdad de trato y no discriminación deberían incorporarse por defecto a las actuaciones públicas, y fomentarlas e incentivarlas en las actuaciones privadas si estas no se desarrollan por iniciativa propia de las empresas o instituciones.

Generalmente, durante muchos años, en mi humilde opinión, creo que hemos caído en el error de pensar que las políticas de igualdad, las actuaciones en contra de la discriminación, los observatorios de género, los grupos de trabajo, los equipos de ayuda a colectivos discriminados, etc., etc., suponen un gasto innecesario que sufragamos los contribuyentes para que cuatro listos ganen buenos sueldos sin hacer nada… ¡Que valiente es la ignorancia! ¡Qué fácil se ven los toros desde el sofá de casa!

Claro que todas esas actuaciones conllevan un gasto, faltaría más, pero es un gasto que devuelve un beneficio 100 veces mayor a nuestra sociedad.

La igualdad y no discriminación, y el hecho de tener perspectiva de la diversidad en todos los ámbitos que nos rodeen, genera una sociedad equilibrada, una sociedad con apertura de miras, pensamiento crítico, convivencia pacífica, cohesión social, e incluso con una mejor calidad de vida con mejores rentas no solo para unos “pocos”, sino para unos “muchos”.

La igualdad de trato y no discriminación tiene efectos positivos y beneficiosos para todos, entonces ¿Por qué no la aplicamos todos a nuestro día a día? Quizás este objetivo sea complicado de alcanzar por la pereza de muchos de nosotros en emprender proyectos, o simplemente actitudes de vida, que al principio puede parecer que suponen un gasto y un esfuerzo, que sí, al principio pueden suponerlo por venir a modificar nuestras cómodas rutinas de vida, pero que a la larga nos beneficiarían a tod@s.

La igualdad de trato y la no discriminación deben inculcarse en las generaciones venideras desde ya, desde que los niños son pequeños, en las escuelas, puesto que como dice el refrán “Aquello que siembres, es lo que recogerás”.

Aquel que siembra trigo y espera recoger patatas es un iluso, que quizás viva engañado por la cultura de otros tiempos o por las ideas transmitidas de unos grupos a otros a lo largo de los años. De ahí la importancia de “SEMBRAR IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN”

El gasto, la inversión, el tiempo y el esfuerzo invertido en gestionar la diversidad, es un coste que a la larga compensa a l@s que ya estábamos aquí, a l@s que han llegado de fuera, y a tod@s aquell@s que están por llegar (ya sea como nuestr@s descendientes o nuev@s desde fuera).

Un grano de arena puede ser insignificante y pasar desapercibido, pero millones de ellos pueden crear una preciosa playa y maravillar al mundo.

Intentemos pues aportar en el día a día nuestro granito de arena en nuestra realidad más cercana, con nuestra familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y resto de personas con las que convivimos en nuestro pueblo, ciudad, país o en este mundo único el cual compartimos.

GRACIAS a todos por vuestra lectura y vuestro tiempo.

PD: Recordad sembrar igualdad y no discriminación en vuestro entorno, y en futuro, es lo que recogeréis. Y por favor, alejar estas ideas de la política, esta lo único que hace es embarrarlo, ensuciarlo y enturbiarlo todo. Que la ciencia, la razón y el corazón nos guíen.

Un abrazo.

Alberto A.

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